En muchos aspectos, el mundo en desarrollo y el mundo desarrollado funcionan de forma diferente, entre ellos, en lo que tiene que ver con la tecnología financiera (Fintech). En su momento, la economía global aspiró a lograr la inclusión financiera de más de 2 mil millones de personas no bancarizadas en el mundo, para muchas de las cuales vivir en países del tercer mundo significa estar excluidas de la economía global.
Sin embargo, con el tiempo me di cuenta de que la inclusión requiere un enfoque diferente, centrado en la accesibilidad.
El camino hacia la inclusión se basa en servicios fácilmente accesibles. Muchos países en desarrollo se enfrentan a múltiples limitaciones para incorporarse a la economía global, entre ellas, carencias en materia de electricidad o de infraestructura de Internet. Algunos han superado estos obstáculos creando sus propias soluciones de bancarización fácilmente accesibles, como los sistemas de pagos a través de las empresas de telefonía móvil. Y varias de éstas han creado sus propios bancos, en lo que se conoce como Teleco Banking, por ejemplo, M-Pesa en Kenia.
El dinero móvil se ha vuelto tan popular en vastas partes de África y Asia que ha surgido una verdadera batalla entre las instituciones bancarias físicas y la banca Teleco.
Pero la definición de bancarización no se limita a poseer una cuenta bancaria sino a tener acceso a servicios financieros, incluso sin tener una cuenta en un banco.
También han aparecido otras tecnologías en materia de Fintech. Estos neobancos incluyen servicios financieros digitales, tales como transferencias (por ej. Wise, anteriormente Transferwise), blockchain y criptomonedas. Ya no es necesario tener una cuenta bancaria para participar en la conversación en la economía global.
A pesar del poder y la fuerte regulación de las instituciones bancarias tradicionales, éstas se han dado cuenta de que los neobancos no pueden ser ignorados y, por lo tanto, han adoptado una mentalidad de “si no puedes vencerlos, únete a ellos”: la tendencia actual muestra que los bancos han abrazado las tecnologías open-source.
Los bancos están estableciendo finlabs (laboratorios financieros) para investigar más a fondo cómo pueden reemplazar los servicios tradicionales con soluciones open-source. La aceleración de las colaboraciones y extensiones en materia de open-source está comenzando a darle gran dinamismo al sector financiero. La industria fintech es una industria de crecimiento acelerado, y los bancos se están adaptando en consecuencia para seguir siendo relevantes y garantizar su crecimiento continuo.
“Open-source es el puente hacia la accesibilidad”
La accesibilidad ha pasado a ser más importante que la inclusión. Las redes sociales son otro canal en el que actualmente se están realizando muchos proyectos piloto para brindar accesibilidad a los servicios financieros, porque las personas ya están en ese medio y les resulta fácil realizar transacciones financieras dentro de la aplicación. Las tiendas de comestibles también se están convirtiendo en fintechs debido a la misma accesibilidad y facilidad de uso.
Las comunidades Fineract y Apache están impulsando este movimiento porque a su vez está siendo impulsado e instigado por personas para personas.
En muchas partes del mundo en desarrollo, los bancos y las telecos se han dado cuenta de que pueden coexistir sin ser competidores. Los bancos están aprovechando las telecos como extensiones para llegar a clientes adicionales, desarrollando de esta forma servicios bancarios de agencia. Esto descompone a grandes instituciones financieras para convertirlas en pequeñas unidades de servicio, devolviendo el poder a la gente. La banca abierta es algo de lo que todo el mundo puede beneficiarse.
Cuando todos trabajan juntos, a pesar de sus diferencias, todos ganan. La comunidad se convierte en el foco principal, porque los servicios son fácilmente accesibles a través de diferentes canales, medios y plataformas.
Fiter está desarrollando los puentes y caminos necesarios para permitir que los diferentes mundos de la banca tradicional y los neobancos se integren y comuniquen para apoyar el cambio que ya está en marcha y que cada día cobra más fuerza. El software open-source pertenece a la comunidad y es para la comunidad, siendo la accesibilidad la clave de todo.